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COMENTARIOS A LA ENMIENDA A LA TOTALIDAD DE LAS NUEVAS CONDICIONES MATERIALES

La resuesta de BSiF a la alegacion a la totalidad de las nuevas condiciones materiales no tiene desperdicio


La mayoría de las organizaciones, tanto empresariales como nosotros, que hicimos enmienda al proyecto de orden del régimen de autorización administrativa y de comunicación previa hemos recibido la oportuna respuestas  a las alegaciones que presentamos en su día dentro del periodo legal.

http://ascad.es/noticias-ascad.php?noticia=189

         Que nos conste, solo ASCAD hizo -como conclusión a sus alegaciones- una enmienda a la totalidad que transcribimos parcialmente para refrescar:

http://ascad.es/noticias-ascad.php?noticia=187

         “Que sin entrar en más consideraciones sirva este escrito como una ALEGACION A LA TOTALIDAD a esta orden, muestra de la vieja política y que se retire, solicitando se abra un PROCESO abierto y con tiempo suficiente para interiorizar realidades, ideas y reflexiones entre todos los agentes sociales con la premisa de que la dependencia se aborde desde conceptos como que el que sea “vivible, viable y sostenible”, y que genere normas ágiles que faciliten respuestas rápidas ante la dignidad que reclamamos en la atención a las personas más frágiles de nuestra sociedad: sus grandes dependientes.”

 

         Entendemos que el envejecimiento tiene dos abordajes básicos: el individual como persona: “mi envejecimiento, mi previsible dependencia” y el “envejecimiento social” ligado a la inevitable presencia de la pirámide de población y su influencia en el cambio de un listado casi interminable de aspectos materiales, sociales, laborales, sanitarios, estructurales, etc, etc, etc.

 

         Pues bien, desde BSiF comienzan en su punto 1 de respuesta su valoración y contestación a ASCAD para dejarlo claro, y que no es otro que solicitar más participación en este tipo de asuntos, la reclamación de que las personas y las entidades podamos contribuir previamente en un debate sereno de cómo nos parece que podemos actuar porque vemos en primera línea el “alud que nos viene encima”. Estupendo, parece entrever que estamos de acuerdo que es un hecho de capital importancia. Pues bien a esta petición de participación social y de reflexión necesaria se la despacha diciendo que como ya se cumple el precepto legal de información pública ya existen garantías de participación… y a otra cosa mariposa. Fantástico y ejemplarizante  lo que se entiende desde BSiF por participación, debate y puesta en común de algo que nos afectará previsiblemente a la mayoría de ciudadanos de Catalunya.

 

         Parece que esto cuesta de explicar… o no hay mucho interés en entender. El debate de cómo asumir un reto que se presenta por primera vez en la historia de la humanidad en los países avanzados, y especialmente nuestro país, se despacha con la exposición de unos días en un “tablón de anuncios” y unas alegaciones que son más o menos atendidas o contestadas. Asombroso. Después decimos que se tienen que hacer mirar métodos, personas e imagen social…y no paran de dar argumentos para seguir denunciándolo y reclamándolo!.

 

         Esta orden está configurando un modelo estructural absolutamente condicionante de los modos geroasistenciales y funcionales futuros y será un corsé legislativo que trabe e impida alternativas diferentes o diferenciadas. Es la orden del pensamiento único alejada de los tiempos y las formas, el modelo “único”. Esta norma mucho más allá de regular unas condiciones materiales. A ver si sabemos trasmitirlo: está ordenando como debe atenderse MI DEPENDENCIA, TÚ DEPENDENCIA… y permitidnos que digamos que si nos la tiene que organizar alguien con este concepto de participación y complicidad social nos da autentico pánico y miedo.

 

         Las barbaridades se atropellan y realidades como: qué es participación social, qué es la ACP, qué es dependencia, qué es autonomía personal, qué es aislamiento institucional o simplemente qué es envejecer y permanecer en mi barrio con mis conocidos, mis recuerdos y mis visitas son conceptos maltratados y tirados a la papelera y que no debieran ser usados con tanta ligereza y banalidad.

 

         La respuesta al punto 3 tampoco tiene desperdicio, ante nuestra opinión de que aún dota de mayor subjetividad a la acción inspectora por la vaguedad de muchos términos que referenciamos solo se les ocurre decir que son preceptos “suficientemente precisos” y que están definidos en la normativa sectorial (¿?¡!). Hace años que estamos reclamando que se respete el principio de tipificación ante los procedimientos sancionadores y hay ríos de tinta sobe el tema, pues resulta que a criterios de BSiF todo el conflicto de inspección es puramente artificial y algo así como producto de la elucubración de una noche de verano,… Hay que ver,…mira que somos torpes!

 

         Pero no acaba aquí, la respuesta a nuestra petición del punto 4 nos dice que tranquilos, que no habrá devastación de los centros existentes ante la dificultad o directamente imposibilidad de adaptación a la nueva normativa… porque esto solo afectará a los nuevos. Todos sabemos que esto es una trampa y un insulto a la mínima inteligencia y que dentro de un tiempo más o menos largo restringirán  conciertos o acuerdos a los centros que cumplan determinadas características y todos los demás quedarán excluidos y… a plantar malvas. Así de sencillo. ¡Pero si es lo que ya está pasando ahora como dicen que esto no afectará en un futuro!. 

 

         Ahora bien, para buena la respuesta al punto 5, al déficit de comunicaciones territoriales existentes y la propuesta de que los centros que se ubiquen en núcleos que no dispongan de transporte público verían peligrar su existencia ya que es un precepto obligatorio es de nota,… pues si no hay transporte público,… que pongan los centros el bús!. Y de paso solucionamos el déficit de comunicaciones en el territorio. Brillante y meditada respuesta. Eso sí que es matar dos pájaros de un tiro. Realmente brillante. Como ya sustituimos obligaciones asistenciales de la administración y ahora quieren que le pongamos autobuses…

 

         La enmienda por la que denunciamos tendencia al aislamiento personal del punto 6 es de obviedad ante quien conozca aunque solo sea superficialmente la realidad geroasistencial y negarla no es más que demostrativo de su alarmante desconocimiento porque, inevitablemente, la planificación arquitectónica de los centros que se deriva de esta propuesta configurará necesariamente volúmenes con espacios interiores desmedidos, como son las habitaciones favorecedoras de vida cama-sofá-cama que citábamos como referencia. Esto unido al continuo incremento de  usuarios con movilidad reducida abocará inevitablemente al déficit de las dinámicas de sociabilidades internas.

 

         Evidentemente el alejarse del equilibrio del triple concepto “vivible-viable-sostenible” no facilita que la geroasistencia esté abierta a diferentes formas de entenderla y, secundariamente en consecuencia a diferentes criterios estructurales por lo que estas normativas debieran ser lo suficientemente elásticas y diversas como para permitir procesos de envejecimiento adaptados a diferentes realidades no lineales, más amables e integradas en los entornos con el valor añadido de factores como por ejemplo el de la proximidad y lo que de ello deriva.

        

         No podemos despachar el tema diciendo que los centros actuales no están afectados HOY porque lo estarán  MAÑANA o medio plazo, ni podemos hacer una norma que construya ghetos estructurales “high class” de gente dependiente fuera de los circuitos de relación social, proyectos casi reservados a grandes inversores, lobbys…  ó a pérdidas endémicas si son de iniciativa pública que al final pagamos entre todos.

 

         Nuevamente reclamamos mucho diálogo y un gran pacto social de la geroasistencia, de cómo la asumimos y cómo la gestionamos, al tiempo que  desde la profesionalidad del sector denunciamos  políticas que parecen atender a otros intereses mientras se nos llena la boca de hablar de atención centrada en la persona. Simplemente hagámonos una pregunta para construir la hipótesis de la respuesta: ¿a quién beneficia esta normativa tan precipitada?. Es la única alternativa para adecuar la normativa actual a las nuevas necesidades?

 

         Ya prevemos y anunciamos que este proyecto de orden, y más bien pronto que tarde, será una carga de dinamita con programador de detonación a término para los centros existentes. Queda dicho.